¿Es una fiesta después de una boda cancelada una receta para el desastre? Sí, lo es. ¡Y qué desastre! Dos familias difieren en todo: origen, estatus, contenido de la billetera, gustos. Los padres del novio y la novia al principio están conmocionados. ¿Qué pasó? ¿Quién tuvo la culpa? ¿Qué pasa con la fiesta de bodas? ¿Deberían recibir a los invitados? ¿Tocar música? ¿Servir vodka? ¿Quién cortará la tarta? Palabra tras palabra, las sonrisas educadas se convierten en un lavado público de suciedad. Y finalmente explota una verdadera bomba… Y mientras tanto, la fiesta de bodas se convierte en una fiesta salvaje. Y a nadie le molesta la ausencia de los recién casados.